Alzheimer

Alzheimer.

Esta es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente, esencialmente es la muerte de determinadas neuronas de la corteza cerebral de manera gradual y progresiva a lo largo de 10 años, tiempo medio que dura la enfermedad.

¿Es posible prevenir el Alzheimer?

Científicamente no esta comprobado, pero hay evidencia de que los buenos hábitos relacionados con nuestro estilo de vida pueden tener un impacto importante en la reducción del riesgo de padecer la enfermedad.

Aunque se necesitan más investigaciones, los hábitos saludables en nuestro día a día nos brindan bienestar y estabilidad emocional. Tener actividad física regular, una alimentación sana, estimular la actividad mental a través del aprendizaje permanente, ejercicios de pensamiento y habilidades de memoria, son ejercicios que nos ayudan a mantener una buena salud.

• Evitar fumar.
• Controlar los factores de riesgo cardiovascular, la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes.
• Seguir una alimentación equilibrada en frutas, verduras y proteína magra, fuentes proteicas que contengan ácidos grasos omega 3.
• Realizar actividad física y social.

Si eres un cuidador de una persona con esta enfermedad, tu función en el manejo de tareas, aumentará a medida que la enfermedad avance, a continuación te compartimos algunos consejos prácticos que te permitirán realizar estas tareas eficientemente y brindar tranquilidad y actividad al paciente.

Reduce las frustraciones.

Un paciente de Alzheimer puede agitarse con tareas que los reten o frustren, para limitar estas situaciones:

• Establece una rutina diaria para algunas tareas como bañarse o las citas médicas, estas se vuelven más sencillas permitiendo un poco de flexibilidad a las actividades espontáneas o días difíciles.
• Anticipa la realización de las tareas y toma más tiempo para estas.
• Procura ayudar a que el paciente pueda realizar tareas por si solo o con la menor ayuda posible, como colocar la ropa en orden para vestirse o darle señales para arreglar la mesa.
• Ofrécele opciones aunque no a diario, por ejemplo: dos trajes para vestir, bebidas calientes o frías, dos actividades como caminar o ver televisión.
• Procura que tus instrucciones sean claras y muy sencillas, preferiblemente de un solo paso.

Sé flexible al pasar el tiempo, el paciente con Alzheimer tiende a volverse más dependiente, procura adaptar tu rutina y tus expectativas. Esta enfermedad afecta el juicio y las habilidades para resolver problemas y suele aumentos los casos de accidentes en el hogar.

Crea un espacio seguro:

• Evita las caídas y elimina todo tipo de obstáculos por más sencillos que sean, ejemplo, alfombras sueltas, cables o cualquier desorden, instalar barras de apoyo o pasamanos es una gran idea.
• Usa cerraduras en cualquier cajón que pueda obtener objetos peligrosos, como medicamentos, alcohol, armas, sustancias de limpieza y herramientas.

Cada paciente con Alzheimer experimenta los síntomas de la enfermedad de manera diferente, estos consejos pueden llegar a ser prácticos para los cuidados de tu paciente o familiar.